sábado, 13 de septiembre de 2008

viernes, 12 de septiembre de 2008

jueves, 11 de septiembre de 2008

martes, 8 de julio de 2008

Soy empirista o racionalista.-

El racionalismo es una doctrina filosófica que postula a la razón como fundamento primero y ultimo para justificar cualquier conocimiento...

Conocimiento es creencia verdadera y "justificada"... Ahora bien los racionalista como justificarían esa creencia:

Pues a través de la razón que le sirve de sostén para todo conocimiento...

Racionalistas: descartes, spinoza, leibniz...

por otro lado están los empiristas: ellos entienden que cualquier creencia se justifica a través de la experiencia (de las impresiones o percepciones sensibles)

Empiristas modernos: locke, berkeley, hume.

Para mi no hay duda alguna de que todo nuestro conocimiento comienza con la experiencia, usando la razón para el logro de cualquier conocimiento.











sábado, 5 de julio de 2008



Modernidad social y revoluciones tecnológicas.

"Tecnología es una de las palabras mágicas de nuestra época. Nos enorgullecemos de sus
logros, tememos sus consecuencias, dependemos de ella para nuestra subsistencia. Reconocemos en ella un producto de nuestra civilización, pero a veces pensamos que ya se ha transformado en una fuerza autónoma, que prácticamente ha escapado a nuestro control y que tiende a dominarnos e incluso reemplazarnos.
Especialmente en los últimos años, la tecnología se ha impuesto también como tema de
estudio y de reflexión."Hoy la tecnología está más asociada estrechamente a la ciencia de lo que ocurría en otros tiempos, con lo cual los productos tecnológicos producidos no son "casuales", produciendo un gran impacto sobre los métodos de producción con algunas de las consecuencias ya conocidas, la¨ modernidad¨, como surgimiento de un estilo de vida diferente al de nuestros antepasados.
Lo que la ciencia no nos puede enseñar, y tampoco la tecnología, es qué producir, por
qué y para qué hacerlo. En la respuesta a esa pregunta radican las diferencias entre los distintos enfoques políticos, económicos y éticos.

Si se lee la historia de la humanidad desde el ángulo de la tecnología se puede observar
varios períodos de grandes cambios, lentos al principio, pero que en los últimos siglos se fueron acelerando de manera inimaginable.

Los cambios tecnológicos que se sucedieron tuvieron, sin duda, grandes consecuencias,
pero nunca más un vuelco tan total del modo de vida de la humanidad, como cuando se produjo la revolución industrial, la segunda revolución tecnológica, que comenzó lentamente en Europa en el período que abarca desde 1760 hasta 1830, "cuando ese proceso, que se venía gestando desde los tiempos medievales, se acelera y adquiere un ritmo vivo". La estructura de clases de las sociedades europeas fue cambiando, con el ocaso del feudalismo y el ascenso de la burguesía como clase que traía a la sociedad medieval un dinamismo previamente desconocido.

El centro de todo este movimiento fue Europa, y Estados Unidos como su satélite. En este
último y en Japón comenzó la tercera revolución tecnológica, en la cual nos encontramos en la actualidad.
Las dos tecnologías características de esta última revolución son: la informática, basada
en el desarrollo de la electrónica, y la biotecnología. Con la primera, se hace posible
tecnológicamente auxiliar y hasta reemplazar muchas de las tareas mentales de los humanos; con la segunda, manipular y modificar su esencia biológica, y, tal vez, hacer del hombre otra cosa.
Esta tercera revolución está en pleno desarrollo.
La revolución social ocasionada por ella todavía no ha alcanzado su mayor apogeo, pero
ya comienza a verse algunas consecuencias poco agradables como el reemplazo de la mano de obra no calificada por la robotización de la industria.


El ejemplo más espectacular y cercano del impacto social de las innovaciones es el de la industria electrónica en las últimas décadas. La revolución en las comunicaciones por la generalización de la radio, el teléfono, la televisión y la penetración de los productos informáticos en todos los aspectos de nuestra vida, ha cambiado nuestra civilización más allá de lo que soñó desde los tiempos medievales, se acelera y adquiere un ritmo altamente acelerado.
Los cambios tecnológicos, desde la antigüedad, generalmente han tendido a facilitar el
trabajo humano, a hacerlo menos penoso, a reemplazar sus formas más primitivas, basadas en la fuerza física, por formas más avanzadas, basadas en la capacidad mental y la inteligencia de los trabajadores.
En la actualidad, el máximo desarrollo alcanzado por los productos informáticos tiende a
reemplazar también la parte más rutinaria y mecánica de la actividad mental humana por el
trabajo de las computadoras. Por lo tanto, desaparecen de la variedad de demanda laboral numerosos puestos de trabajo que sólo exigen fuerza muscular y niveles bajos de capacitación. En cambio aparecen nuevos tipos de tareas que antes no existían. En la actualidad, quien no sabe manejar una computadora, aunque sólo sea elementalmente, se considera casi un analfabeto.
Este proceso sigue avanzando hacia la inteligencia artificial y la robotización, y nadie
sabe hasta dónde podrá llegarse en esta dirección.